domingo, 16 de octubre de 2016

Cómo prevenir las lesiones en niños deportistas

Hoy en día después de las horas lectivas en la escuela, los niños realizan un sinfín de actividades, las deportivas son las más frecuentes. La elección del deporte, la disciplina en los estiramientos y el descanso son los principales factores a tener en cuenta cuando nuestros hijos practican un deporte.

En los periodos de crecimiento las articulaciones, músculos y tendones no siempre lo hacen de manera sincrónica, si a esa descoordinación en el crecimiento, le añadimos la práctica de deportes donde el salto o la patada son los gestos principales, la detección de estas posibles alteraciones osteomusculares debe ser primordial para evitar durante la temporada la aparición de lesión o la aparición de clínica dolorosa.
Está demostrado científicamente que el crecimiento óseo puede verse afectado (sobre todo en el crecimiento vertical) si realizamos actividades deportivas en las que la elongación de nuestro cuerpo sea constante (ejemplo: baloncesto y voleibol) El ejercicio físico que parece tener un mayor potencial osteogénico es el que incluye saltos no estereotipados, en diferentes trayectorias, sobre todo en vertical.
La estructura ósea a parte de venir  determinada por la genética también se trabaja, depende en parte del deporte escogido. Las estructura hueso tendón en el adulto ya no están en cambio de crecimiento, en los niños sí esto se debe a la interrupción del aporte sanguíneo al hueso, o bien una deficiencia en este aporte con respecto a las exigencias del hueso en rápido crecimiento. Esto se produce en particular en algunas epífisis óseas, (parte distal del hueso) lo que viene seguido por necrosis ósea (muerte del hueso) y posteriormente por una curación por medio de un nuevo crecimiento óseo.
Debemos vigilar especialmente las lesiones que incluyen el cartílago de crecimiento ya que pueden afectar en cierta medida el crecimiento óseo definitivo, es por ello que es importante acudir a un especialista siempre que haya alguna contusión fuerte sobre articulaciones de muñeca o tobillo, ya que son las que pasan más desapercibidas, dándose como simples esguinces o contusión cuando realmente hay una fractura en la región del cartílago: epifisiolisis.

Todos los deportistas necesitan reponer sus depósitos a través de una alimentación equilibrada, pero en los niños es aún más importante. La alimentación es la base del sustrato en la que se formarán y desarrollarán los músculos, los ligamentos y tendones, los huesos…estados carenciales de según qué alimentos provocan mayor riesgo de lesiones musculares, lesiones ligamentosas, recuperación de la fatiga.

No existen riesgos siempre y cuando se complementen con un buen trabajo propioceptivo y de calentamiento previo a los entrenamientos y partidos. Comporta mayor riesgo la laxitud, sobre todo en hombro, muñeca y tobillo, que es una de las causas más frecuentes de luxaciones de articulación en edad temprana.
Los pilares de un buen deportista son lo que come, lo que bebe y lo que descansa.

En los deportes de impacto como el fútbol y el baloncesto las rodillas y los talones son dos de las partes del cuerpo que sufren más contusiones en la práctica deportiva infantil, en estos casos el problema no radica tanto en crecimiento óseo sino en cómo crecen esos talones y esas rodillas. El impacto lo que produce es que los niños con alteraciones de crecimiento presenten mayor dolor, inflamación e incluso impotencia funcional (una de las enfermedades que se manifiesta con mayor frecuencia es el Sd. Osgood-Schlatter). Hemos de prevenir a base de mucho hielo, descanso deportivo en según qué momentos y ayudas con algunas ortesis que minimicen el impacto directo sobre el tendón.

La actividad física es fundamental para que el desarrollo de los niños sea completo, pero quizás con estos consejos podremos prevenir de mejor manera la aparición de lesiones que se pueden evitar, o minimizar.

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